Mi amada hija, mi princesita,
de mariposas llena su cabecita.
Marcha de mi lado. Toma el camino.
Dolor y tristeza por su destino.
Sigue a un viajero que, en la pradera,
robó su corazón y su alma entera.
-¿Si de noche el hambre, te despertara...?
Esos, sus besos, me alimentaran.
-¿Y si lloviera o hiciera frío?
-Sus fuertes brazos, serán mi abrigo.
Marcho contenta .Tomo el camino.
Madre no sufras por mi destino.
-¿Dónde reposará, tu dolido cuerpo
cuando el cansancio te dé tormento?
-En verano, bajo el cielo,
Junto al fuego , en el invierno.
-¿Y si acechara la soledad en el sendero?
-Tendremos un hijo, que será tu nieto,
y una amada hija, mi princesita,
de mariposas llena su cabecita.
EL DILEMA DE LA CARNE
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No le busco racionalidad porque no la tiene. Símplemente, es. Existe como
un ente con vida propia, que emana calor y que contagia la fiebre que lo
aliment...
Hace 9 años